En esta fecha el pianista Jorge Lepez, interpretará música que explora caminos distintos, en un recorrido que irá desde la sutileza de las “canciones sin palabras” de Mendelssohn, al colorido y misterioso océano de Ravel, de la contundencia y audacia beethoveniana, al virtuosismo épico y trascendente de Liszt, para llegar al mundo mágico del folklore imaginario del compositor argentino Alberto Ginastera.
Programa
Felix Mendelssohn
Romanzas sin palabras
op. 102 Nro 4 en Sol menor. Un poco agitato, ma andante.
op. 30 Nro 4 en Si menor. Agitato e con fuoco
Ludwig van Beethoven
Sonata “Pathétique” op. 13
I. Grave. Allegro di molto e con brio
II. Adagio cantabile
III. Rondo
Maurice Ravel
Une barque sur l’océan (Miroirs)
Franz Liszt
Etudes d’Exécution Transcendante
Chasse-Neige (Tormenta de nieve)
Wilde Jagd (Caza salvaje)
Alberto Ginastera
Sonata Nro 1 op. 22
I. Allegro marcato
II. Presto misterioso
III. Adagio molto appasionato
IV. Ruvido ed ostinato
Sobre la música
Las primeras dos piezas, las más breves del programa pertenecen a las romanzas (o “canciones”) sin palabras. En búsqueda de un sonido nuevo y original, crea imaginativas texturas de gran belleza. La primera con un aire de misterio y espontaneidad que nos recuerda a un preludio, y la segunda, de carácter agitado y dramático, con un breve homenaje a las técnicas contrapuntísticas de J. S. Bach.
Esta sonata de Beethoven es una de las piezas cuyo nombre fue puesto originalmente por el compositor. Una pieza de gran búsqueda emocional y técnica, ya desde el primer acorde, llena de contrastes tanto dinámicos como de velocidades, con un apacible lirismo en su segundo movimiento, conducido con imaginativas variaciones en las texturas, y con un final con reminiscencias y sutiles conexiones a lo anterior.
Sigue la tercera pieza de la obra Miroirs de Ravel. A través del sonido nos lleva a una escena esfumada de una barca en el océano, con gran gama de colores, luces y sombras a través de figuraciones acuosas, con uso intensivo de arpegios, polirritmias y brillantes trinos, que buscan describir maravillosas escenas de este viaje.
En estos dos estudios, Liszt muestra cómo la música también puede contar una historia y llevarnos a las emociones de sus protagonistas. Chasse-Neige (Tormenta de nieve), nos presenta un paisaje de armonías heladas, en el que nos enfrentamos a un viaje que desafiará nuestro espíritu, con las fuerzas de la naturaleza en nuestra contra en esta dura tormenta. Wilde Jagd (Caza salvaje), irrumpe con un enfrentamiento entre una criatura siniestra y un guerrero a caballo. La criatura está trazada por un motivo serpenteante y poco claro en la región grave del piano, y un heroico jinete, valientemente responderá representado por sólidos acordes. En una batalla incansable, interrumpida en ocasiones por el tema de amor, todos los motivos evolucionarán, y cómo terminará la historia solo lo sabremos al final…
Esta sonata de Ginastera es considerada por él mismo un punto de inflexión en su producción. En un primer movimiento de fuertes y marcados ritmos, el primer grupo de temas es de naturaleza más abstracta y el segundo tiene referencias más reconocibles a lo floklórico, polarizando cada vez más entre ellos hasta el clímax del desenlace. El segundo movimiento, en un continuo de sonidos genera un misterioso primer tema de 12 notas diferentes (todas las posibles), recordando quizás una serie dodecafónica e incluso una cierta influencia bachiana. Nuevamente aparecen elementos que recuerdan la conexión con el folklore argentino, aunque sobre el final terminan prevaleciendo los procesos abstractos, sobre la “serie” del principio, lo que no evita que se escape un claro arpegio de guitarra. El tercero, lento, retoma el arpegio de la guitarra, aunque esta vez tonalmente enrarecido. Combina con episodios líricos, y apasionados, hasta llegar a una explosión de sonido, y recupera la calma inicial. El movimiento final, es en el que más prevalecen las referencias folklóricas, en este caso, al malambo (eso sí, “a la Ginastera”). De energía desbordante, con creciente clímax, va juntando tensión preparándonos para un final brillante y arrasador.
Sobre el intérprete
Jorge Lepez, pianista y docente bahiense, egresado del Conservatorio de Música de nuestra ciudad, ha estudiado con los maestros, Fredy Ravasio, Juan Carlos Arabian y Marcelo Balat, incluyendo clases y cursos con muchos otros en universidades como la UCA, FBA y conservatorios como el Beethoven entre otros y en instituciones del exterior, como el Instituto Musikeon. Desde su primera presentación a los 15 años, se ha presentado en incontables ocasiones en la mayoría de los espacios culturales de Bahía, pero también saliendo a la región y al país. En muchos de ellos como solista, en otros como pianista integrando dúos y tríos de cámara, multitud de ensambles instrumentales y coros, está muy vinculado a la actividad lírica de la ciudad, en las que destaca su continua participación en puestas operísticas del Conservatorio, haber integrado el proyecto lírico La Femme Objet. Actualmente es pianista de la compañía lírica Opera Libre y combina esta constante actividad musical con su labor docente de piano en la formación básica y el profesorado, y como pianista en el área de canto lírico del conservatorio de la ciudad.
Duración: 70 minutos. Público dirigido: público general.
Entrada General: $4.800
